registradores de datos de temperatura de hornos

Tras aplicar el revestimiento en polvo a un producto hasta obtener el espesor deseado, éste debe pasar por un horno. Durante el proceso de secado (o estufado), el polvo se funde, fluye y se gelidifica y, finalmente, reacciona químicamente y se seca. Resulta vital para el comportamiento y la apariencia final del revestimiento que tanto los parámetros de temperatura como de tiempo a un determinada temperatura estén controlados.

Es de suma importancia que no sólo debe comprobarse que no haya puntos calientes o fríos en el horno, sino también que la temperatura del producto que debe revestirse es suficiente para cumplir las especificaciones técnicas del revestimiento en polvo. Si no se mantiene el perfil de temperatura correcto, puede haber problemas en el comportamiento final y la duración del revestimiento.

La variación del perfil de temperatura del horno entre lotes de producción puede provocar cambios en el brillo, la adherencia y el color final del revestimiento. Esto puede afectar en gran medida en la calidad del producto y, por lo tanto, puede representar la clave entre el éxito y el fracaso.